Estados Unidos

Trump y el plan para Ucrania: un acuerdo asqueroso y una traición flagrante

Estados Unidos 2025-11-23 04:00:07

El presidente norteamericano se merecería el “Premio de la Paz Neville Chamberlain” que la historia otorgará al líder que traicione a sus aliados y a sus valores frente a un dictador agresivo

NUEVA YORK.- Por fin, el presidente Donald Trump podría recibir un premio de la paz que le aseguraría un lugar en la historia. Desafortunadamente, no es el Premio Nobel de la Paz que tanto anhela. Es el “Premio de la Paz Neville Chamberlain” que la historia otorgará al líder que traicione de forma más flagrante a sus aliados y a sus valores frente a un dictador agresivo.

Este premio merece ser compartido por los numerosos “secretarios de Estado” de Trump -Steve Witkoff, Marco Rubio y Dan Driscoll- quienes juntos negociaron la rendición de Ucrania a las exigencias de Vladimir Putin sin consultar previamente a Ucrania ni a nuestros aliados europeos, y luego le dijeron a Ucrania que tenía que aceptar el plan para el Día de Acción de Gracias.

Eso será el próximo jueves.

Si Ucrania se ve obligada a ceder a los términos específicos de este “acuerdo” para entonces, el Día de Acción de Gracias ya no será una festividad estadounidense. Se convertirá en una festividad rusa. Será un día de agradecimiento porque la victoria en la brutal y desacertada guerra de Putin contra el pueblo ucraniano, que ha sido un completo fracaso -moral, militar, diplomático y económico-, le fue concedida a Rusia no por la superioridad de sus armas ni por la legitimidad de sus pretensiones, sino por un gobierno estadounidense.

El presidente ruso, Vladimir Putin, preside la reunión del Consejo de Seguridad por videoconferencia en el Kremlin en Moscú, Rusia, el viernes 21 de noviembre de 2025

¿Cómo se dice “Acción de Gracias” en ruso?

A todos los caballeros que entregaron este pavo a Moscú, solo puedo ofrecerles un consejo: no se hagan ilusiones. Ni Fox News ni la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, escribirán la historia de este acuerdo. Si se lo imponen a Ucrania tal como está, cada uno de sus nombres vivirá en la infamia junto al de Chamberlain (1869-1940), a quien hoy se recuerda solo por una cosa: fue el primer ministro británico que abogó por la política de apaciguamiento, cuyo objetivo era evitar la guerra con la Alemania de Adolf Hitler cediendo a sus exigencias. Esto se concretó en el Acuerdo de Múnich de 1938, en el que Chamberlain, junto con otros europeos, permitió a Alemania anexar partes de Checoslovaquia. Chamberlain se jactó de que esto aseguraría la “paz para nuestro tiempo”. Un año después, Polonia fue invadida, lo que dio inicio a la Segunda Guerra Mundial y provocó la renuncia de Chamberlain, y su eterna vergüenza.

Este plan de Trump, de implementarse, tendrá el equivalente moderno. Al recompensar la invasión no provocada de Ucrania por parte de Putin, basándose en su obsesión por integrarla a la Madre Rusia, Estados Unidos estará sometiendo a toda la Unión Europea a su yugo. El mensaje de Trump a nuestros aliados será claro: “no provoquen a Putin, porque mientras yo sea el comandante en jefe, Estados Unidos no pagará ningún precio ni soportará ninguna carga en la defensa de su libertad”.

Por eso, si este plan se impone a Ucrania tal como está, tendremos que añadir un nuevo verbo al léxico diplomático: “Trumped” (“trumpeado”), que sería ser traicionado por un presidente estadounidense, por razones que ninguno de sus ciudadanos entiende (pero seguramente las hay). Y la historia nunca olvidará a los hombres que lo hicieron -Donald Trump, Steve Witkoff, Marco Rubio, Dan Driscoll-, pues su vergüenza será eterna.

Como decía un editorial del Wall Street Journal del viernes: “Trump podría pensar que finalmente puede desentenderse de Ucrania si Europa y Ucrania rechazan su oferta. Está claro que está harto de lidiar con la guerra. Pero apaciguar a Putin lo atormentaría el resto de su presidencia. Si Trump cree que los votantes estadounidenses odian la guerra, esperen a que aprenda cuánto odian la deshonra... Un mal acuerdo en Ucrania transmitiría a los enemigos de Estados Unidos la impresión de que pueden conseguir lo que quieran mediante la fuerza, el chantaje nuclear o presionando hasta que Estados Unidos pierda el interés”.

Acuerdo asqueroso

Eso sí, no estoy en absoluto en contra de una solución negociada. De hecho, desde el principio de esta guerra he insistido en que solo terminará con un “mal acuerdo”. Pero no puede ser un acuerdo asqueroso, y el plan de Trump es lo que la historia llamará un acuerdo asqueroso.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, su esposa Olena Zelenska y soldados ucranianos rinden homenaje a las víctimas de la hambruna de 1932-1933 en el Museo Nacional del Holodomor-Genocidio, en Kiev

Incluso antes de entrar en los detalles clave, piensen en lo absurdo que es que Trump llegue a un acuerdo con Putin y ni siquiera haya incluido a Ucrania y a nuestros aliados europeos en las negociaciones hasta que prácticamente habían concluido. Trump declaró entonces que debía ser aceptado antes del jueves, como si el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, quien tiene un parlamento del que necesita obtener la aprobación, pudiera hacerlo para entonces, incluso si quisiera.

Como observó mi colega del New York Times, David Sanger, en su análisis del contenido del plan: “Muchos de los 28 puntos del plan de paz entre Rusia y Ucrania propuesto por la Casa Blanca parecen redactados en el Kremlin. Reflejan casi todas las exigencias maximalistas de Putin”.

Ucrania tendría que ceder formalmente a Rusia todo el territorio que ha declarado para sí en las regiones de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania. Estados Unidos lo reconocería como territorio ruso. Ninguna fuerza de la OTAN podría establecerse en Ucrania para garantizar que Rusia nunca más pudiera invadir el país. El ejército ucraniano tendría un límite de 600.000 soldados, un recorte del 25% con respecto a los niveles actuales, y se le prohibiría poseer armas de largo alcance que pudieran alcanzar a Rusia. Kiev recibiría vagas garantías de seguridad de Estados Unidos contra una nueva invasión rusa (pero ¿quién en Ucrania, o Moscú, confiaría en ellas viniendo de Trump?). Según el plan de Trump, 100.000 millones de dólares en activos rusos congelados se destinarían a los esfuerzos liderados por Estados Unidos para reconstruir e invertir en Ucrania, y Estados Unidos recibiría entonces el 50% de las ganancias de esa inversión. (Sí, exigimos la mitad de las ganancias generadas por un fondo para reconstruir una nación devastada).

Trump, ante la reacción negativa de sus aliados, el Congreso y Ucrania, declaró el sábado que esta no era su “oferta final”, pero añadió que si Zelensky se niega a aceptar los términos, “podrá seguir luchando con todas sus fuerzas”. Como siempre, Trump está en todas partes, y como siempre, dispuesto a castigar a Zelensky, el hombre que lucha por la libertad de su país, y nunca a Putin, el hombre que intenta arrebatarle la libertad a Ucrania.

¿Cómo sería un mal acuerdo aceptable?

Congelaría las fuerzas en el lugar, pero nunca cedería formalmente ningún territorio ucraniano ocupado por los rusos. Insistiría en que las fuerzas de seguridad europeas, respaldadas por la logística estadounidense, se estacionen a lo largo de la línea de alto el fuego como una trampa simbólica contra cualquier nueva invasión rusa. Exigiría que Rusia pague una cantidad significativa de dinero para cubrir toda la masacre que ha infligido a Ucrania -y mantener a Moscú aislada y bajo sanciones hasta que lo haga- e incluiría un compromiso de la Unión Europea de admitir a Ucrania como miembro tan pronto como esté lista, sin interferencia rusa.

Personal de rescate y médicos ucranianos operan en el lugar de un edificio residencial gravemente dañado tras un ataque aéreo ruso en la ciudad de Ternópil, el 19 de noviembre de 2025

Este último punto es vital. Es para que el pueblo ruso tenga que mirar para siempre a sus hermanos y hermanas eslavos ucranianos en la próspera Unión Europea, mientras ellos están atrapados en la cleptocracia de Putin. Ese contraste es el mejor castigo de Putin por esta guerra y lo que más problemas le causaría una vez terminada.

Este sería un mal acuerdo por el que la historia elogiaría a Trump: sacar lo mejor de una jugada imperfecta, utilizando la influencia estadounidense en ambos bandos, como hizo en Gaza. Usar la influencia de Estados Unidos sobre Ucrania es un mal acuerdo: pero peor es cederle nuestra influencia imperfecta al líder ruso.



Fuente: LA NACION (extraído usando lector RSS).



Espacio Publicitario


Comentarios


Dolar Hoy

Publicidad

...

Radio en Vivo

Programacion

AHORA EN VIVO

Programa en vivo
2025-11-23 16:08:01

Descargar APP

LLEVANOS EN TU CELU

Noticias que te pueden interesar

...
Trump y el plan para Ucrania: un acuerdo asqueroso y una traición flagrante

El presidente norteamericano se merecería el “Premio de la Paz Neville Chamberlain” que la historia otorgará al líder que traicione a sus aliados y a sus valores frente a un dictador agresivo

2025-11-23 04:00:07

...
Tres razones por las que Trump encendió la alarma en su reunión con el príncipe-dictador saudita

The New York Times critica la encendida defensa de Donald Trump en su reunión con Mohammed ben Salman

2025-11-23 04:00:07

...
El pronóstico del tiempo para este sábado 22 de noviembre en todo el país

El Servicio Meteorológico Nacional no emitió ninguna alerta; en la Ciudad, la temperatura rondará en 16°C

2025-11-22 04:00:07

Info Radio

Cool Calamuchita

5493571617984

contactocoolradio@gmail.com

Seguinos
Foto Noticias

© Cool Calamuchita. All Rights Reserved - Desarrollo QueStreaming.com

Radio Inicio Noticias Contacto